Hoy llega un nuevo escrito de El Momio:
El protagonista evoluciona en la pista. Ha aparecido ante el gentío muy decidido, sonriente, alegre se diría, saleroso. Un, dos, tres, corre, vuela, lleva eso que llaman el esférico pegado a sus botas. No sabe compartirlo, tiene tendencia al individualismo, la exaltación del yo, pero no está solo. Enfrente, hoscos, ceñudos adversarios tienen una misión: pararle, cortarle los humos. Porque sí, el protagonista tiene humos, casi desmedidos. No soporta que le rocen. Si recibe zancadillas, patadas o simplemente rasguños, se encara, impone su personalidad. Él está ahí para ser admirado, para ser respetado, para ningunear al adversario con taconazos de adorno o filigranas.
Lástima la falta de humildad, el exceso de orgullo con complejo de superdotado. ¿Cuánto vale cada carrera de nuestro héroe? ¿Cuánto cada taconazo? Da igual, el espectáculo está servido.
EL MOMIO
P.D.:
Lo que es valer, cada carrera o taconazo vale poco, pero está muy bien remunerado, como contamos
aquí hace ya más de dos años. Cosas de dedicarse a oficios imprescindibles para la sociedad...
Parece que CR, por ahora,
no se va del Madrid. Sin embargo en
acratas suelen acertar en temas menos seguidos que el fútbol y la prensa rosa como política y economía, seguimos recomendando el sitio...
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