martes, 24 de abril de 2012

Los campeones del fútbol


Las críticas al trato de favor estatal al negocio deportivo y la magnitud de la burbuja del fútbol empiezan a aparecer hasta en la prensa del régimen, aunque por supuesto tímidamente, sin salirse de lo políticamente correcto y del estrecho margen auto-impuesto en cualquier tema. El País seguramente sea el medio de propaganda escrita más emblemático de las últimas décadas en este país, y tímidamente recoge algo de lo que venimos denunciando aquí desde hace años en el artículo ¡Campeones!, también en deudas con Hacienda:

“Solo a la Hacienda pública le deben 752 millones de euros, una cifra que ha ido creciendo año a año, y que no impide que los equipos realicen traspasos millonarios o paguen fichas estratosféricas a sus jugadores.
Y no solo le deben al fisco. La deuda acumulada de los equipos de Primera División al conjunto de acreedores supera los 3.500 millones de euros.”

“Mientras que los contribuyentes ordinarios ante cualquier incumplimiento tributario son sometidos a un procedimiento fulminante y eficaz —con pago de intereses, sanción y embargo de urgencia en el peor de los casos—, los clubes pueden convivir con esa morosidad gracias a continuos aplazamientos de la deuda y planes especiales de saneamiento.”

“Hay una condescendencia hacia los clubes. Para obtener un aplazamiento a cualquier empresa se le pide que sus activos sean reales y que tengan una viabilidad futura. Los clubes presentan garantías como ingresos a costa de campeonatos que aún no se han celebrado”, dice el secretario general del Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha), José María Mollinedo.

“Apuntando a esa teoría del favoritismo figura el hecho de que hasta al propio Ministerio de Hacienda, que ha hecho de la persecución del fraude de algunos famosos casos ejemplarizantes, esconde casi de manera vergonzante la deuda y los pleitos del fútbol. Tuvo que ser una pregunta parlamentaria de Izquierda Unida el pasado mes de marzo en el Congreso la que destapara que la deuda total ascendía a 752 millones de los que 490 correspondían a Primera División, 184,1 a Segunda y 78,1 al resto de categorías. Era la primera vez desde abril de 2008 que se hacía pública esa cifra (607 millones, también gracias a una pregunta parlamentaria), que desde entonces ha crecido un 25%. “Tan culpables son los clubes como Hacienda para haber llegado a esta situación”, se lamenta un directivo de un equipo.”

“La situación española no tiene parangón con la del resto de Europa. Y de hecho, ya se han alzado voces como la del presidente del Bayern Múnich, Uli Hoeness, que criticó duramente la impunidad del fútbol español: “Para mí es el colmo, es impensable. Pagamos cientos de millones de euros a España para que salgan de la mierda y luego los clubes se eximen de pagar la deuda. Esto no puede ser así”, dijo poco después de conocerse la deuda con Hacienda.”

El artículo no entra en muchos otros chanchullos de los clubes de fútbol como los ingresos televisivos y otras subvenciones encubiertas, la publicidad gratuita continua en los medios de comunicación, las recalificiones o el uso de bienes públicos, ni se permite insinuar la utilización como adormidera social de este espectáculo, pero algo es algo. En cierto modo es como las críticas de estos medios a bancos y políticos, inevitables dada la coyuntura actual, pero que jamás irán a la raíz del tema: los propietarios de todos los grandes medios de comunicación son los que también poseen el gran capital, la banca y las grandes empresas principales, así como los políticos, también propiedad suya. Lo de ir más al fondo sólo lo puede hacer un medio independiente y con expertos y no repetidores de propaganda, cosa rara pero que existe. Por lo menos por ahora, ya veremos a donde llega la tiranización.

miércoles, 4 de abril de 2012

Menos inversión para todo, excepto para el deporte


Como pronosticamos aquí desde hace años, las prioridades de la casta política española están claras, y nada mejor que el deporte para ejemplificarlas. Los presupuestos que se acaban de presentar recortan salvajemente en casi todo, incluyendo prácticamente todo lo que se puede considerar positivo:

- Se destina un 21´9% menos a la educación, incluyendo un 11´6% menos a becas y ayudas a estudiantes y un 55% menos a "nuevas tecnologías aplicadas a la educación".

- Se reduce el gasto social en un 4´3%.

- La inversión en infraestructuras cae un 22%.

- Habrá un 21% menos para el fomento del empleo.

- Se destina un 25% menos dinero para investigación y desarrollo, el I+D+i.

¿Habrá menos inversión pública en todo? No, por supuesto. Hay más para deporte. El Consejo Superior de Deportes (CSD) recibe un 13´6% más y la Agencia Estatal Antidopaje un 6´3%. Dos organizaciones dedicadas al "deporte de élite", ese negocio y religión oficial tan "importante", que no al deporte que pueda practicar la cuidadanía, el pueblo o los siervos y esclavos (parece más adecuada esta última denominación).

Seremos pesados pero una vez más queda clara la necesidad de aborregar a las masas, con el deporte como una de las figuras destacadas. Todo aquello relacionado con el conocimiento y el bienestar social es atacado, a la vez que siguen fomentando el deporte de competición. Que la gente se preocupe del partido del milenio en cuestión mientras les dejan tan en calzones como un futbolista, pero sin la posibilidad de quitarse ese ridículo atuendo una vez acaba el partido. Quedarán en calzones a perpetuidad, para gloria de sus esclavistas financieros y los esbirros políticos y mediáticos a su servicio, que son los que de verdad les están metiendo un gol.