Fragmento de 1984, de George Orwell:
"Estaban hablando de la lotería. Winston volvió la cabeza cuando ya estaba a treinta metros de distancia. Todavía seguían discutiendo apasionadamente. La lotería, que pagaba cada semana enormes premios, era el único acontecimiento público al que los proles concedían una seria atención. Probablemente, había millones de proles para quienes la lotería era la principal razón de su existencia. Era toda su delicia, su locura, su estimulante intelectual. En todo lo referente a la lotería, hasta la gente que apenas sabía leer y escribir parecía capaz de intrincados cálculos matemáticos y de asombrosas proezas memorísticas. Toda una tribu de proles se ganaba la vida vendiendo predicciones, amuletos, sistemas para dominar el azar y otras cosas que servían a los maniáticos. Winston nada tenía que ver con la orgnización de la lotería, dependiente del Ministerio de la Abundancia. Pero sabía perfectamente (como cualquier miembro del Partido) que los premios eran en su mayoría imaginarios. Sólo se pagaban pequeñas sumas y los ganadores de los grandes premios eran personas inexistentes."
2010:
"Estaban hablando de fútbol. Winston volvió la cabeza cuando ya estaba a treinta metros de distancia. Todavía seguían discutiendo apasionadamente. El fútbol, que congregaba cada semana a cientos de millones de personas delante de un televisor, una radio o un estadio, era el único acontecimiento público al que los proles concedían una seria atención. Probablemente, había millones de proles para quienes el fútbol era la principal razón de su existencia. Era toda su delicia, su locura, su estimulante intelectual. En todo lo referente al fútbol, hasta la gente que apenas sabía leer y escribir parecía capaz de intrincados análisis estratégicos y de asombrosas proezas memorísticas. Toda una tribu de proles se ganaba la vida vendiendo banderillas, camisetas, bufandas, trompetas y otras cosas que servían a los maniáticos. Winston nada tenía que ver con la organización del fútbol, dependiente de un entramado de empresas privadas apoyadas por el poder político y económico y las instituciones del Estado. Pero sabía perfectamente (como cualquier miembro del Partido) que las competiciones eran en su mayoría imaginarias. Siempre ganaban los equipos con más dinero o las selecciones que más convenía en ese momento".
6 comentarios:
Bueno po si acaso yo voy a echar el euromillon ejejeje 100 milloncejos uff
Macanudo, muy bien traído, sí señor.
Qué huelga general ni qué leches... ¡viva la Roja!
Entre ganar una huelga o ganar un partido... no hay color, digo sí, la Roja oé oé, el furbol es guay, biba llo y mi seleció.
Buenísimo!!!
Felicidades por este blog
que hermosa verdad me encanta
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