La asistencia a los estadios de fútbol ha caído drásticamente este año debido a la crisis económica,
lo que ha provocado la alarma entre sus dirigentes. Es previsible que la disminución de los beneficios que consiguen los clubes por la venta de entradas se intente compensar mediante la habitual connivencia entre los poderes públicos, los poderes económicos y el deporte-espectáculo profesional, en el fondo una subdivisión de estos poderes: cesión de suelo público en condiciones ventajosas, publicidad masiva y gratuita en los medios de comunicación, subvenciones indirectas, contratos multimillonarios con entes públicos, ¿se verán reforzadas estas prácticas ante la crisis? Fomentar el deporte-espectáculo, especialmente el más popular en la mayor parte del mundo, el fútbol, hace mucho que forma parte de la agenda política. Nuestra tesis es que la crisis reforzará estas prácticas aún más, los parados deben estar entretenidos, y los recursos públicos deben usarse en menesteres útiles e importantísimos para la sociedad, como es el balompié.
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