El pasado año 2010 la omni-presencia e “importancia” del deporte llegó a su punto álgido en España, sobre todo gracias al fenómeno del Mundial de fútbol y la victoria de la selección española en este absurdo y seguramente semi-amañado espectáculo. Parece improbable que en los próximos años se vuelva a llegar al paroxismo en cuanto al negocio y entretenimiento de masas que se hace llamar deporte. Varias noticias van a contribuir a ello, como contamos
aquí; el Mundial de 2018, finalmente, no ha sido concedido a España, sino que se va a Rusia; así como que tras ser denegada en 2009 la candidatura de Madrid para organizar los Juegos Olímpicos de 2016, parece que la idea de presentarse para los de 2020 no está teniendo demasiado apoyo. A pesar del derroche realizado por Gallardón para promocionar la candidatura, seguramente los madrileños no sólo se hayan librado de las molestias y la especulación derivados de unos juegos para 2016, sino también para 2020.
Dentro de poco habrá cuatro Barcelona-Madrid, cuatro “partidos del siglo” seguidos. Teniendo en cuenta que estos equipos se enfentan varias veces todos los años desde hace décadas y décadas, lo de venderlo como un gran acontecimiento de suma importancia ya sólo puede colar entre los más descerebrados seguidores de este juego de pelota. Por otra parte, la situación tanto mundial como española se acerca a grandes pasos a lo que parece un colapso sistémico, entre una generalización de las guerras y la corrupción. Por mucho que desde el poder sigan la máxima de “pan y circo”, cada vez va a haber menos pan, lo que hará menos efectivo el circo.
Con esto no queremos decir que el deporte vaya a desaparecer, obviamente. Seguirá recibiendo ayudas y subvenciones multi-millonarias, se seguirá dando la matraca, sobre todo con el fútbol, en todos los medios de manipulación de masas, se seguirán llenando estadios. Pero parece claro que el deporte va a perder mucha importancia relativa en este país, tras la fiebre de 2010. Los próximos años preveemos que la gente va a estar más ocupada en temas más trascendentes y la importancia social y económica del deporte se verá claramente disminuida.
A partir de ahora este blog se actualizará mucho menos. Llevamos dos años y medio sacando una media de dos entradas semanales y ya no lo haremos. Tampoco lo vamos a cerrar, pondremos algo de vez en cuando. Las razones son:
- Estamos algo cansados del tema deportivo.
- Como dice este artículo, este tema va a perder importancia en los próximos años.
- Ya hemos dicho casi todo lo que teníamos que decir sobre el deporte.
3 comentarios:
Buen comentario. Toda la razón!
¡Uy!, todavía te queda mucho que decir. Yo (después de siete años escribiendo) estoy pasando por una sequía en mi bitácora, pero son cosas que pasan –además, sigo escribiendo en otro proyecto crítico sobre deporte, pero desde otro género que no los artículos de opinión al uso–. Así que de retirarse nada, que si se quedan solos acabarán creyendo que tienen razón.
Por cierto, que dices al comienzo "[…] y la victoria de la selección española", cuando en realidad es la victoria de la selección de la federación española de fútbol.
Por mucho que nos quieran vender el hito de la representación nacional lo cierto es que sólo nos representan las personas que hemos tenido ocasión de votar, les hayamos dado el voto o no.
Ninguna selección deportiva representa a España (ni Nadal, ni Alonso, ni Contador), como ninguna selección deportiva representa a Euskadi o Catalunya… no sé si me explico. (¿A qué crees que viene entonces todo el jaleo que montan con la oficialidad de las selecciones autonómicas?).
Tanto en el ámbito nacional como en el regional se trata de otro montaje falso para anestesiar a un pueblo ya de por sí inerte.
Algo pondremos de vez en cuando, aunque ya hayamos dicho casi todo lo que opinamos sobre el "deporte".
Que las selecciones y los deportistas no representan a ningún Estado o nación, y mucho menos al pueblo, ya lo leí hace tiempo en tu página. Totalmente de acuerdo.
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