Se plantean un Ministerio del Deporte para los multi-millonarios en calzones, mientras en las ciudades no se puede ni ir en bicicleta

Tras la inocentada del 28 os traemos una noticia que parece una inocentada, pero curiosamente no lo es. Hace poco más de un mes, en la recepción en Moncloa del equipo de brutenis ganador de la Copa Davis, ZP anunció a instancias de Sánchez Vicario la creación de un Ministerio de Deportes en la próxima remodelación ministerial. Algunos nos lo tomamos a broma, pero ahora parece que el proyecto podría llegar a ser una realidad y ha recibido el apoyo del director del diario As. Parece que no basta con el Ministerio de Educación, Política Social y Deporte, ahora se estudia un ministerio exclusivo para el deporte. Por supuesto, esta institución se dedicaría, como ocurre ahora mismo pero con más fondos, a subvencionar y promocionar el deporte competitivo profesional, o el que aspira a serlo. Nada de facilitar el ejercicio físico entre la población con infraestructuras para ello como polideportivos, carriles- bici, piscinas municipales, parques, paredes de escalada, etc., la función sería, en palabras del director de As y como cabría esperar “una nueva Ley del Deporte para reformar el deporte profesional, mecenazgo y patrocinio”. Si ya era absurdo que se mezclara en un ministerio la educación con el deporte- negocio profesional, mientras las instalaciones deportivas para la gente normal son descuidadas y corren a cargo de los ayuntamientos (lo lógico por otra parte), sólo faltaba crear un ministerio completo al servicio de las diversas federaciones y equipos, en la práctica un negocio privado apoyado por el Estado. ¿Será pan y circo la solución a la crisis? O igual hasta sólo circo, quién sabe...

Desde La Verdad del Deporte nos oponemos a que se haga realidad este aberrante ministerio, y de hecho abogamos por la abolición de todos los demás ministerios, traspasando sus poderes a organismos municipales controlados por la población: primemos lo pequeño sobre lo grande, los parques con carril- bici sobre los estadios olímpicos. ¿De qué nos sirven gilipolleces como esta de aquí abajo?