El apoltronado mafiosete Angel María Villar, presidente de la bendecida por la realeza y subvencionada por sus súbditos Real Federación Española de Fútbol desde hace milenios, ha decidido solidarizarse con el pueblo español, que ve bajar sueldos, pensiones y subsidios para gloria de sus amos esclavistas financieros. Criticado hace poco por haberse subido el sueldo un 18´3% en plena crisis mientras se bajaba el sueldo a los funcionarios, aumentaba el paro y se quitaban ayudas misérrimas de 400 euros, Villar ha rectificado y se ha bajado el sueldo un 10%, manifestando que "aunque mi labor para la sociedad es fundamental, imprescindible, incomparablemente más importante que la de esos apila-ladrillos, funcionarios chupa-tintas o basureros que tanto se quejan, he decidido mostrar al populacho mi natural magnanimidad". Además, "a partir de ahora, la contabilidad de la RFEF será un ejemplo de transparencia, ya que desde el mundo del fútbol debemos dar ejemplo a nuestros súbditos". Así, Villar sale al paso de la reciente auditoría que llegaba a sospechosas conclusiones sobre las cuentas de la RFEF:
"Ha olvidado una serie de gastos e ingresos al cierre del año, ha contabilizado también de forma incorrecta los gastos por la compra de material a Adidas, la financiación de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas (Madrid), el contrato por el que cedía los derechos de retransmisión de determinados eventos deportivos entre 2005 y 2010 por un importe de 154,5 millones, los convenios de patrocinio o las pensiones, entre otros aspectos.
Faura Casas concluye así que los fondos propios están inflados en un 27,4 por ciento. La Federación declara en sus cuentas que este importe asciende a 54 millones, pero debido a las irregularidades detectadas, el auditor lo rebaja hasta 39,3 millones de euros.
Además, frente al beneficio publicado de 838.238 euros, el informe de auditoría concluye que el organismo que gestiona el fútbol español está en números rojos y debería en realidad haber contabilizado unas pérdidas de más de 2,2 millones el año pasado."
Tras este anuncio, se han propagado los rumores de que el conjunto de los miembros del Congreso de los Diputados podría seguir los mismos pasos ejemplarizantes de Villar, igualando el tiempo que necesitan para cobrar la pensión con el estipulado para el resto de la población. "Es muy injusto que les vayamos a exigir 40 años de cotización mientras nosotros necesitamos 7 y sin tener ni que pisar el hemiciclo si no nos apetece", han manifestado los respectivos portavoces de todos los grupos del Congreso. "Con las dietas sin control, las comisiones y los otros cargos nos sobra para trincar a mansalva, un gestillo amable de cara a nuestros siervos era una buena idea", confesaba a este deportivo blog un diputado anónimo.
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