Según algunos blogueros, la caída de la industria del deporte-espectáculo profesional significaría que ha caído el sistema al completo. Desde luego, la importancia del deporte como “opio del pueblo” es hoy en día incluso mayor que la de otros negocios apoyados por el poder, como la espantosa música-basura que manufactura esperpentos como el adefesio Lady Gaga. Habría que recurrir a drogas y religión para encontrar vectores tan importantes en este sentido.
Tras el comienzo del deporte moderno en el siglo XIX y su enorme desarrollo en el siglo XX, lo único que ha provocado la suspensión de alguno de los eventos deportivos más importantes (Juegos Olímpicos y Mundiales de fútbol) ha sido nada menos que una crisis sistémica culminada en guerra mundial. Sin embargo, algunos piensan que el fin de esta civilización no está muy lejano y el macro-deporte de masas, uno de sus productos más curiosos, perecería con ella. Una de las causas sería el pico petrolero, que supondría la imposibilidad de aumentar la producción de petróleo pese a una demanda siempre creciente y que según algunos ya se ha producido. Aquí se puede ver una explicación del “peak oil” muy bonita visualmente:
Hay autores que opinan que el pico petrolero no sería un hecho físico sino una decisión política, en realidad habría petróleo de sobra pero la cúspide del poder estaría provocando escasez artificialmente, por ejemplo dejando sin explotar los pozos en Alaska o censurando energías alternativas. Aquí no podemos saber qué tesis es correcta, pero en la práctica la dependencia del petróleo es un problema.
Otros motivos para un “fin de sistema” estarían en la insostenibilidad del sistema financiero, en esencia un timo piramidal; o crisis ecológicas como la que ha provocado BP en el Golfo de México y que pese a la censura parece ser el peor desastre ecológico de la historia (se habla de lluvias ácidas, muerte masiva de vida marina, riesgos de tsunami, destrucción económica de las zonas costeras, etc.). El otro motivo para un final temporal o definitivo de la industria deportiva actual sería más clásico: una gran guerra. Entre los pronosticadores de esto destaca el polémico Fidel Castro, que piensa que el propio Mundial de fútbol en curso puede ser aprovechado por el imperialismo sionista para lanzar un ataque a Irán mientras el populacho se encuentra distraído con la pelota:
“Todavía no ha concluido la Copa Mundial de Fútbol. Faltan aún seis días para el partido final.
¡Qué extraordinaria oportunidad se perderán posiblemente el imperio yanki y el Estado fascista de Israel para mantener apartadas las mentes de la inmensa mayoría de los habitantes del planeta de sus problemas fundamentales!
¿Quién se habrá percatado de los siniestros planes del imperio con relación a Irán y sus burdos pretextos para agredirlo?
Al mismo tiempo me pregunto: ¿qué hacen por primera vez los buques de guerra israelitas en los mares del Golfo Pérsico, el Estrecho de Ormuz y las áreas marítimas de Irán? (...) la catastrófica guerra nuclear que en brevísimo tiempo estallará.”
El señor Castro ya está mayor pero es cierto que se ha producido el desplazamiento de buques de guerra israelitas y estadounidenses, incluyendo un portaaviones, así como las absurdas sanciones a Irán, que en ciertos temas está en la Edad Media pero no ha atacado a ningún país en siglos. ¿Será verdad que quieren acabar de incendiar el planeta?
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2 comentarios:
Muy interesante. Mirándolo desde Irán, uno no puede evitar pensar en cómo fue apartado del poder por una revolución promocionada por la BBC, habiendo pactado los militares con los religiosos sus relaciones futuras antes de que abandonara el país... Todo ello poco después de que defendiera que el petróleo no debería quemarse para obtener energía, sino usarse sólo para elaborar productos para los que es indispensable. (Y en ningún modo niego que fuera un tirano sin escrúpulos para asesinar a sus oponentes, aunque sí tenía más respecto a su país que sus sucesores actuales).
Después de aquello, el nuevo régimen apenas ha invertido en refinamiento en más de 30 años, hasta llegar al extremo absurdo en un país con las reservas de hidrocarburos de Irán de que un gran porcentaje de la gasolina consumida (a precios ridículos, subvencionada por el Estado) es importada del extranjero. Es decir, que Irán vende petróleo para importar gasolina. ¡Un país que hizo una revolución supuestamente para independizarse de los poderes hegemónicos internacionales!
Si ahora finalmente se deciden USA e Israel a lanzar una guerra (será muy costosa en vidas humanas DENTRO de Occidente), será por el imperio del irracionalismo fundamentalista en Irán, que ha debilitado el país hasta tal punto que más allá de la propaganda (de la RII), nada allí funciona, y los iraníes ya no estarán dispuestos a defender su país como sí lo hicieron frente a Saddam Husein (apoyado también por EEUU, Francia, Alemania, URSS...).
Perdón, CORRECCIÓN: En el primer párrafo:
Muy interesante. Mirándolo desde Irán, uno no puede evitar pensar en cómo EL SHAH fue apartado del poder por una revolución promocionada por la BBC (...).
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