Hoy se presenta una iniciativa para la realización de una auditoría al afortunadamente fallido proyecto olímpico de Madrid 2016. Desde aquí apoyamos esta iniciativa, que busca saber la cantidad exacta del despilfarro demencial que ha ayudado, junto a disparates como las obras de la M-30, a convertir a Madrid en la ciudad más endeudada del Estado. La presentación será realizada en el Ateneo de Madrid, a continuación transcribimos fragmentos del
manifiesto redactado.
El alcalde ha conseguido que todos los grupos políticos con representación en el consistorio apoyen sin fisuras el proyecto olímpico, en torno al cual se ha levantado un consenso patriotero, con el Rey, los gobiernos central y autonómico y una unánime orquestación mediática a la cabeza. Por otra parte, Madrid siempre se jactó de tener el porcentaje de apoyo popular más amplio de todas las ciudades candidatas, tanto para el 2012 como para el 2016. En este sentido, el proyecto se nos ha presentado como un clamor ciudadano, cuando en los hechos responde a un proyecto elitista y mercantilizado en grado extremo.
Sobran las razones, numerosas y relevantes, para plantar cara a semejante desatino. La primera que, con toda evidencia, los Juegos Olímpicos debían servir –éste ha sido, a buen seguro, un designio firme entre sus promotores– para imprimir una nueva vuelta de tuerca al negocio inmobiliario en un escenario de visible crisis. En este sentido, sólo tenemos que observar que es en los distritos con rentas más bajas donde estaban siendo planificados las principales infraestructuras deportivas (la Caja Mágica, el Estadio de la Peineta, la Villa Olímpica, etc…), con el objetivo de desarrollar un proceso de elitización urbana.
Por ese motivo, urge saber a cuánto asciende este nuevo despilfarro megalómano. Conocer qué ha costado el show de Copenhague, pero también cuál ha sido el coste de todas las obras relacionadas con el proyecto olímpico, hasta el último euro. Queremos saberlo y compararlo con lo que se ha invertido y, sobre todo, con lo que no se ha invertido en otras partidas de interés social.
Por eso los vecinos y vecinas de Madrid que firmamos este manifiesto, exigimos que se realice una auditoría pública, partida por partida, del gasto olímpico desde el año 2000 hasta ahora. Estamos convencidos de que esa auditoría mostrará claramente la imagen del Madrid de “los de arrriba”, los que usan la ciudad para enriquecerse, mientras la destruyen como un espacio público de convivencia.