Según un estudio de un organismo dependiente del Ministerio de Hacienda que citaban en este
artículo de Diagonal hace unos meses, el colectivo de los deportistas profesionales destaca como defraudador fiscal sistemático. Un caso típico, habitual en deportes como el tenis o el motor, consiste en establecer la residencia fiscal fuera de España, en uno de los llamados paraísos fiscales. Esto se produce a pesar del trato privilegiado que el sistema da a los deportistas con respecto al común de la población, con subvenciones, cobros en derechos de imagen que tributan mucho menos o planes de pensiones. En la práctica, cualquier deportista profesional multimillonario va a tributar mucho menos que la clase media, en un timo colectivo que concuerda con la legislación fiscal general, que grava con el 1% las rentas de capital de las sociedades de inversión y con hasta un 43% los salarios. Todo esto se seguirá produciendo incluso en medio de la mayor depresión en décadas, como ya vaticinábamos en este blog, mostrando las prioridades existentes.
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