Aunque su presencia en los medios es mucho menor, en Madrid el año pasado el teatro superó al fútbol en número de entradas vendidas. Más de cuatro millones en el caso del teatro, mientras el fútbol despachó 3.271.956 entre el Real Madrid, Atlético de Madrid y Rayo Vallecano. Realmente sorprendente, sobre todo teniendo en cuenta la omnipresencia del fútbol en los medios de comunicación de masas, la importancia social que se le atribuye y el dinero invertido. Aquí no nos imaginábamos que el arte milenario convocara más público en directo que el reciente y sobrevitaminado espectáculo deportivo balompédico, con poco más de cien años, aunque el circo romano o las justas medievales sean, en cierto sentido, su equivalente como espectáculo (aunque sangriento) en épocas pasadas.
Se dirá que los espectadores por televisión son muchos más en el caso del fútbol, pero un apasionado de verdad quiere ver el espectáculo en directo. Al final va a ser que la gente no le da tanta importancia a quién ganará la Liga como nos hacen creer y muchos hasta prefieren otro tipo de intriga argumental, incluso aunque no tenga explosiones a lo Hollywood.
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